LAS RESEÑAS DE LAS PELÍCULAS DEL CICLO, POR ANDRÉS BERMEA
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Título en México: Los sobornados / España: Los sobornados
Dirección: Fritz Lang
Guión: Sydney Boehm basado en el serial de: William P. McGivern publicado originalmente en el Saturday Evening Post
Cinefotografía: Charles Lang, Edición: Charles Nelson , Música: Henry Vars ,
Reparto: Glenn Ford, Gloria Grahame, Jocelyn Brando.
Género: Film-Noir | Crime | Thriller. Duración: 90 Mins.
Estreno en E.U.A. el 14 de octubre de 1953
Estreno en México, DF: el 17 de abril de 1954 en el cine Metropólitan / 2 semanas.
De la Trivia en IMDb:
- El personaje de Katie la rubia y joven esposa del personaje de Glenn Ford es interpretado por Jocelyn Brando, hermana mayor de Marlon Brando aunque ella fue una muy buena actriz sus problemas con el alcohol le impidieron consolidar su carrera.
- Gloria Grahame recibió un Oscar como Mejor Actriz de Reparto por “Cautivos del mal” (The Bad and the Beautiful / 1952) y hay quienes afirman que debió ganar otro por «Los sobornados» en donde su interpretación y energía es una de las mejores razones para ver la película.
- Roger Ebert, el crítico norteamericano de cine más reconocido le llamó: “La más grande obra maestra de Fritz Lang de Film Noir.”
Ligas de interés:
Wikipedia en español / Reseña de Tim Dirks en Filmsite (Inglés) / Reseña en Film Noir (Inglés) / Reseña de Eddie Muller en Film Noir of the Week (Inglés) Reseña de Roger Ebert (Inglés)
¿Qué ver en Los sobornados?
Reseña y compilación de Andrés Bermea
ANTECEDENTES
Creo muy interesante ver como el excelente resultado de esta película no es de ninguna manera gratuito pues quienes participaron en los diferentes aspectos que integran la cinta son todos colaboradores de primera línea. Empiezo señalando que la historia original publicada como un serial en el prestigioso Saturday Evening Post es de William P. McGivern (quien también usó el seudónimo de Bill Peters) un exitoso novelista del crimen y que se centró en la caracterización y los efectos psicológicos de la corrupción en la gran ciudad. Cuando soldado, trabajó como reportero policial y esto contribuyó a dar genuino realismo a la escritura de novelas de misterio. En 1980 fue elegido Presidente de la Mystery Writers of America (Algo así como La Liga de Escritores de Misterio de Norteamérica). Varias de sus novelas fueron llevadas al cine y entre ellas: “Pecado y redención” Rogue Cop (1954) y “Reto al destino” Odds Against Tomorrow (1959) y obvio ésta que nos ocupa. Pero si McGivern aportó los ingredientes básicos, fue Sydney Boehm quien los amalgamó en un extraordinario libreto en donde mezcló corrupción con venganza, crimen y odio. Boehm quien fue un ex reportero de notas criminales –sabía de lo que escribía- y viene a ser el autor más prolífico de guiones para el Film Noir / Cine Negro y entre sus primeras: “Muro de tinieblas” High Wall (1947); “La calle de la muerte” Side Street (1949) o “De mala entraña” Union Station de 1950. En el gran talento de ellos dos –McGivern y Boehm- reside el primer nutriente del filme.
El español Javier Coma explica el sentido del título “The Big Heat” y titulada en México y España como “Los sobornados”, “…una expresiva traducción que corresponde tanto a «El gran calor» (traducción literal), en representación del ambiente asfixiante del film/novela como «al gran tumulto de una caza de poderosos delincuentes por la policía».”
EVIDENCIA “A”: EL DIRECTOR
Friedrich Christian Anton Lang, conocido como Fritz Lang (Viena, 5 de diciembre de 1890 – Los Ángeles, 2 de agosto de 1976), fue un director de cine de origen austríaco que desarrolló su carrera artística en Alemania y en Estados Unidos.
Durante su época alemana dirigió clásicos como: Dr. Mabuse (Inicio de la serie de películas / 1922), Metrópolis (1927), La Mujer en la Luna (1929) y M, el vampiro de Düsseldorf (1931), por lo que, en sus inicios, contribuyó al movimiento expresionista alemán. Desde mediados de los años 1930, trabajó exiliado en Hollywood, donde se convirtió uno de los principales artífices del cine negro, si bien no se limitó a ese género. Se le considera uno de los grandes cineastas de la historia del cine. Su primera cinta en Hollywood fue “Furia” (Fury) en 1936 Leer más…
Lang es el tercer gran elemento de la película y el artífice principal. Uno de los aspectos fundamentales del cine de Lang son sus cuestionamientos, pues independientemente de la trama, espera una actitud crítico-pensante de parte del espectador y que sea este a fin de cuentas quien llegue a su propia conclusión, pues incluso a veces el más mínimo detalle o la acción por más inofensiva que parezca puede cambiar para siempre el destino de una persona.
Precisamente en este filme lo que Lang hace es cuestionar, cuestionar la posibilidad de un policía honesto (Glenn Ford) en un cuerpo de policía mayormente corrupto desde la cabeza a los pies y al servicio mercenario de los líderes de la mafia del crimen. Pero si bien el policía hace del cumplimiento de la ley y el encarcelamiento de quienes la incumplen su cruzada personal, también deja que motivaciones personales nada positivas o válidas se conviertan en el eje de su proceder y entre ellas su frustración familiar de que los “malos” viven mejor al menos económicamente que los “buenos”, pero sobre todo que es movido por el deseo de venganza. A fin de cuentas Lang pone en la palestra el tema de cómo su visión personal de hacer justicia puede al mismo tiempo ser bastante egoísta y desastrosa a tal grado que provoca la muerte de al menos tres personas inocentes.
Fritz Lang destapa sin escrúpulos el mundo sórdido en donde se confunden y mezclan entre sí los malos (los criminales) con quienes se supone que son los buenos y paladines de la justicia (los policías) y que resultan tan viles y corruptos como los primeros.
La maestría del director también estriba en saber sacar el mejor partido de sus actores y el trabajo en esta cinta es de los mejores, no en balde vemos la fiera lucha interna del policía bueno interpretado por Glenn Ford con sus propios demonios; pero también sin duda el filme cobra un significado especial cada vez que aparece uno de los gatilleros del líder criminal e interpretado por Lee Marvin de una manera absolutamente inquietante y salvaje, tan es así que una de sus escenas es de las más reconocidas y “célebres” de toda la historia del cine criminal y esto sucede cuando arroja una jarra de café hirviendo sobre el rostro del personaje de Gloria Grahame.
EVIDENCIA “B”: LA HISTORIA / TRAMA
El recientemente fallecido crítico Roger Ebert da una excelente descripción: “Glenn Ford interpreta a un detective de la policía recto como una flecha llamado Bannion en la cinta de Fritz Lang «The Big Heat» (1953) – inflexible, valiente, temerario. Enfrenta a los delincuentes que controlan la política en su ciudad y los derrota. Uno de sus motivos es la venganza por el asesinato de su esposa, pero incluso antes de eso él tiene un odio implacable por la banda encabezada por Mike Lagana (Alexander Scourby) y su mano derecha Vince Stone (Lee Marvin). «Ladrones», él los llama y directamente a sus caras. Él es el policía bueno en una ciudad mala.
Eso al menos es la realidad superficial de la película. Pero hay otro nivel que se desenvuelve debajo y a lo largo del filme, un nivel subversivo en el que Lang cuestiona el costo humano de la posición ética del detective Bannion. Dos mujeres pierden la vida a causa de su confianza en Bannion, y una tercera se envía a la muerte debido a la información que Bannion le da. Eso no pudo haber sido su intención consciente, pero un policía tan inteligente como Bannion debe saber cuándo mantener su boca cerrada.”
Por su parte Tim Dirks en Filmsite nos ayuda a acabar de entender el contexto: “(Lang) hace hincapié en la historia inflexible y sombría de un policía con una voluntad de hierro, impulsado, dedicado, honesto, detective de homicidios incorruptible (Glenn Ford) dentro de una sociedad maligna y perversa y un sistema corrupto en todos los niveles (por ejemplo, la mafia, el comisionado de la policía y los ciudadanos comunes), y el enorme precio que se paga para encontrar justicia… El mensaje de la película es que sólo cuando los individuos valientes, morales están juntos es posible salvar la sociedad (y el hogar y la vida familiar) de ser superada por las siniestras fuerzas del mal. [Algunos de los momentos más violentos de la película se producen fuera de la pantalla, por ejemplo, el suicidio al inicio, la tortura y el asesinato a la chica del bar, la explosión de un coche, cuando Lee Marvin arroja el café hirviendo al rostro, la muerte de Larry Gordon, etc, pero la venganza de la chica quemada ocurre en Pantalla, y dos mujeres son asesinadas a tiros a plena vista. Hay otras crudezas menos violentas, así, por ejemplo, una llamada obscena, y la tortura con un cigarrillo encendido sobre la mano de una parroquiana del bar.]
La trama a fin de cuentas es el pretexto de Fritz Lang para establecer una posición personal frente a la pérdida de valores que se vive en la ciudad.
EVIDENCIA “C”: LOS PERSONAJES
El reparto es otro de los aciertos en el film. El protagonista Glenn Ford en el rol del detective Dave Bannion logra al mismo tiempo una interpretación muy humana –vemos el cariño y atención que dedica a su familia y pone la honestidad como rectora de sus actos, y al mismo tiempo lo vemos como la fuerza bruta, al hombre cegado por la frustración y el odio, que pierde la cabeza en pos de la venganza. Deja de interesarle la justicia institucional para hacerse una “justicia personal” por su propia mano. En el fondo se deja llevar por sus sentimientos muy primarios, es amoroso con la hija y la esposa, y puede ser muy cruel con la amante del sicario. Ford logra transmitir como el odio y el consiguiente deseo de venganza son a fin de cuentas el motor que mueve al personaje pero a quien no le importa -consciente o inconscientemente- las consecuencias de sus actos y la suerte que por los mismos corran los demás
Originalmente Columbia Pictures quería a Marilyn Monroe para el personaje de Debby Marsh pero la 20th Century-Fox propietaria del contrato de la actriz pedía un precio muy elevado, así que quedó en manos de Gloria Grahame con resultados excelentes. Grahame sin ser demasiado bonita era guapa y de gran personalidad, pero sobre todo “camaleónica”. Aquí la vemos como una mujer sin mayor propósito de vida que el de sobrevivir –casi que a cualquier precio- a la pobreza que vivió en su juventud. Lo sabe y lo acepta, se ha vendido al postor que le ofrece el dinero, casa, pieles, bebida (que le haga llevadera la vida) y en fin todas las comodidades que ella no ha tenido ni ha podido granjearse por sí misma. Cifra su existencia en pasarla bien, con un techo cómodo y sin pasar carencias, todo aún a pesar de perder su dignidad. En un momento dice: “Lo importante es tener dinero. He sido rica y he sido pobre. Créeme rica es mejor.” No es tonta ni amilanada, de hecho es capaz hasta de burlarse inteligente y cínicamente del servilismo de su amante frente a su jefe, el líder de la mafia. Pero Gloria Grahame sabe darle la vuelta al personaje cuando la humillación llega al extremo, cuando su amante Vince Stone (magnífica y aterradoramente logrado por Lee Marvin) le quema la mitad de la cara, ella sabe que ha perdido la mitad de su vida, lo que atraía a los hombres, su mundo colapsa y busca la ayuda de aquel a quien ella percibe como un hombre de verdad –el detective Bannion- y que no teme enfrentar cara a cara a los villanos, cuando él la desprecia y humilla con bastante crueldad –al menos inicialmente- producto de la amargura que él vive, ella buscará también la venganza y es ahí cuando se da algo en común entre ellos y que los une tras un mismo objetivo. Si puedo usar una analogía, la interpretación de la Grahame es la evolución de una gatita casera e inofensiva que sirve para jugar, a una leona herida dispuesta a defenderse a toda costa en una batalla en la que se juega la vida. Memorable actuación.
Lee Marvin en unos de sus primeros roles importantes, en buena medida “se roba” la película como Vince Stone el ejecutor de la mafia y que ha alcanzado una importante posición en la organización más por su lealtad que por su brillantez. La altura, voz potente y grave y sus rudos rasgos faciales, le permiten encarnar a un frío, brutal y despiadado asesino que acarrea una carga de odio extremo que se traduce fácil y rápidamente en conductas impulsivas de una crueldad bestial (cuando deja de regir la razón) con el ánimo de infligir el máximo dolor. Marvin luce amenazante, decidido y sin remordimientos. Si le da dinero a la chica del bar tras quemar su mano con un cigarrillo encendido en una escena llena de furia y coraje, no es tanto para mitigar el dolor sino para quedar bien, de congraciarse con quienes atestiguaron su salvaje brutalidad con la mucho más débil que él. Pero la riqueza interpretativa de Marvin alcanza uno de sus más grandes niveles cuando lo vemos poco después empequeñecerse frente al detective de Glenn Ford cuando este lo expulsa del bar en donde se desarrolla la acción y el primero en su miedo y necesidad de huir olvida hasta su “novia”. Ahí es donde por cierto el personaje de Gloria Grahame ve la diferencia entre los dos individuos y busca un vínculo con el hombre que somete al gandul.
La fuerza interpretativa de Lee Marvin se hace evidente en una de las escenas más famosas de la historia del cine –cuando arroja el café hirviendo sobre el rostro de Gloria Grahame- que incluso olvidamos (como señala Roger Ebert) que eso sucede en buena medida “fuera de cuadro”.
El resto del reparto cumple a la altura de las circunstancias, y el director Lang logra muy bien que nos quede claro, quienes son los buenos y quienes los malos, pero como en su momento cada uno puede tener un tanto del otro. Jocelyn Brando hermana mayor del celebérrimo Marlon, es Katie, la esposa del detective Bannion quien irradia belleza y calidez en los pocos momentos en que aparece; es una lástima que interpusiera al alcohol en lo que seguramente podría haber sido una carrera brillante como actriz y esto se percibe en otros roles que alcanzó a filmar.
EVIDENCIA “D”: CINEMATOGRAFÍA E ILUMINACIÓN
También se suma de manera importante a la lista de grandes colaboradores en esta cinta el Director de Cinematografía Charles Lang y para dimensionar el tamaño de este artista, sobre él en el sitio Internet Movie Data Base I.S.Mowis escribe: [Charles Lang es uno de los directores de fotografía más sobresalientes de la época dorada de Hollywood, pasó la mayor parte de su carrera en Paramount Pictures (1929-1952), donde contribuyó a la bien ganada reputación del estudio por su estilo visual.
Durante la década de 1930, Paramount Pictures dominó los premios de la Academia en la categoría de Mejor Cinematografía, en particular en el campo del cine en blanco y negro. Lang destacó en el uso del claroscuro, el manejo de luces y sombras, y era experto en la creación de estados de ánimo para cada género y estilo. Aunque fue dieciocho veces nominado a los premios Oscar, ganó sólo una vez, por “Adiós a las armas” (A Farewell to Arms / 1932).
El trabajo de Lang con una iluminación predominante en claroscuro se adaptó perfectamente al expresionista neo-realismo de las películas de Film Noir de la década de 1950, los ejemplos más notables son “Cadenas de roca / El gran carnaval” (Ace in the Hole /1951) y “Los sobornados” (The Big Heat /1953).]
Charles Lang y su colega Leon Shamroy empatan con el mayor número de nominaciones al Oscar de la Academia en el rubro de fotografía, con un total de 18 para cada uno, más veces que las alcanzadas por cualquier otro Director de Cinematografía que haya trabajado en el cine.
En esta cinta que nos ocupa, la maestría de Lang estriba en convertirnos en testigos y tal vez hasta en cómplices de lo que vemos en la pantalla; la fotografía nunca toma un rol protagonista aparente que nos distraiga, se planta y nos muestra descarnadamente la brutalidad de los hechos o en sugerirlos claramente cuando lo censura de la época lo exigía.
EVIDENCIA “E”: LOCACIONES Y VESTUARIO
Para este apartado retomo lo que escribe Tim Dirks en Filmsite “La característica iluminación expresionista de Lang, el uso de escenarios y decorados, así como el vestuario, reflejan muy claramente los rasgos de personalidad de los personajes principales de la película.»
Vemos así la rica mansión del magnate mafioso Mike Lagana (Alexander Scourby) en donde se percibe la clara e insultante opulencia del rico nuevo y que tiene como eje el cuadro de la madre, a quien más que agradecerle, parece querer probarle lo que ha logrado. Todo esto contrasta fuertemente con la sencilla casa del detective, muy típica de la clase media norteamericana de la época. En fin comparto muy bien lo que dice Dirks en la cita anterior y veo escenarios y vestuario como una extensión o prolongación de cada una de las personalidades.
El siguiente texto contiene “Spoilers” (Revelaciones de la trama. Si quiere evitarlas, pase a la siguiente sección). De hecho hay dos momentos reveladores y sugerentes en la película sobre el tema, uno cuando Debby Marsh (Gloria Grahame) va a casa de la Sra. Duncan (la viuda del oficial suicida y ambas lucen abrigos de pieles casi idénticos) ella le dice: -“Somos hermanas bajo la misma piel.” (We’re sisters under the mink). Obvio es decir que esa “piel de lujo” es vestida gracias a la mafia, a la corrupción por dinero. El otro momento es casi al final de la película cuando Debby yace herida y agonizando en el piso del departamento y llega el detective Bannion, quien toma el abrigo de mink y lo coloca bajo su cabeza. Pareciera simbolizar que para lo que finalmente sirvió la costosa piel fue de almohada para reposar su cabeza en sus últimos momentos.
EVIDENCIA “F”: LA MÚSICA
La música fue compuesta por Henry Vars y viene a completar el tono sombrío e inquietante de toda la película. Es un poco como el aire que no vemos, pero que cuando sopla lo podemos sentir, así es con la música.
SENTENCIA:
“Los sobornados / The Big Heat” es una de la películas más fuertes y dramáticas que haya visto y no por su crudeza visual que para los estándares de este siglo 21 está muy pero muy superada, sino por la crudeza de su tema, por una visión de la realidad tan genuina como patética, pero que al mismo tiempo es la pieza maestra de un gran artesano del cine –Fritz Lang-. Por su magnífica calidad y manufactura, su estética visual, las magníficas actuaciones, su propuesta temática y ritmo inquietante, queda para siempre como una de las mejores películas en la historia del cine mundial.